UNIDAD 1
EL LENGUAJE COMO INSTRUMENTO DE COMUNICACIÓN
La capacidad de
comunicación es la más importante por eso gracias a diversos mecanismos ideados
a lo largo del tiempo y conocidos con el concepto de lenguaje de esta manera se
puede afirmar que el ser humano frente a sus necesidades como convivir y
mantenerse como especie ha empleado la comunicación con sus semejantes.
CAPITULO 3
ASPECTOS FUNDAMENTALES DEL ESPAÑOL COMO LENGUA MATERNA
Ubicados
específicamente en el ámbito del Español o Castellano, nuestra lengua materna,
nos disponemos en este capítulo a reconocer sus principales componentes y lo
que representan para nosotros en el ejercicio cotidiano de la comunicación
lingüística
LECCIÓN 13: SINONIMIA, ANTONIMIA, PARONIMIA.
En el español, encontramos diferentes grupos de palabras mantienen relaciones
de oposición, semejanza, identificación o afinidad, bien sea desde su aspecto
formal, sonoro o significativo. Los casos más frecuentes son los siguientes:
PALABRAS SINONIMAS:
son aquellas palabras que tienen una misma relación o significado parecido
siempre y cuando pertenezcan a la misma categoría gramatical a partir de esto
encontramos las siguientes:
1. Conceptual. Cuando las palabras
relacionadas significan lo mismo y tienen el mismo referente. Ej. Asno – burro.
2. Referencial. Cuando los términos
relacionados no significan igual, sin embargo remiten al mismo referente. Ej. Cama – mueble, ave – gallina.
3. Contextual. Cuando los términos
únicamente establecen relación significativa según el contexto en que se usen.
Ej. Mi viejo amigo, un hombre viejo,
un cuento viejo.
4. De connotación.
Cuando la relación entre términos obedece a valoraciones subjetivas,
emocionales o afectivas. Ej. Estoy
muerto de hambre.
PALABRAS
ANTONIMAS: expresan ideas contrarias para ello de igual manera debe estar
presente en la misma categoría gramatical por ejemplo:
Alegría tristeza; entre adjetivos: alegre
– triste; entre verbos: halar –
empujar, tomar – entregar. La antonimia se da en tres niveles:
1. Antónimos graduales. Cuando existen
distintos grados de significación en grupos de más de dos palabras, pero
solamente se oponen dos. Ej. Frío – caliente, sabiendo que existen
significados intermedios como templado, helado, tibio. 21
2. Antónimos
complementarios. Cuando entre los dos antónimos uno excluye al otro, porque
solamente puede presentarse una de las dos posibilidades significativas. Ej. vivo
– muerto, dentro – fuera, lícito - ilícito.
3. Antónimos recíprocos.
Cuando el significado de una de las dos palabras implica la existencia
“obligada” de su opuesta; o sea que no puede darse una sin la otra. Ej. Salir
– entrar.
PALABRAS
HOMOFONAS: ocurre cuando dos palabras coinciden en su pronunciación pero no en
su escritura es decir, existe relación
entre el conjunto de fonemas pero no en el de letras. Igualmente, sus
significados son distintos. Ej. Honda (profunda) – onda (ondulación).
PALABRAS
HOMOGRAFAS:
Se
dan cuando dos o más palabras de diferente significado coinciden en su
escritura y su pronunciación Ej. Llama (fuego) – llama (verbo
llamar) – llama (animal)
PALABRAS
PARONIMAS:
Las
que se parecen en el sonido o pronunciación, hasta el punto de generar
confusión en quien las escucha o equivocación en quien las pronuncia, pero se
escriben diferente y tiene significados distintos. Ej. Actitud – aptitud
PALABRAS
AFINES:
Son
las que mantienen una especie de “parentesco” en cuanto comparten algún
elemento lexemático o etimológico que las hace coincidir en parte de su forma y
de su significado. Ej. palabras que
comparten el lexema meso (medio, en el medio, intermedio): Mesopotamia,
Mesoamérica, mesocarpio, mesocracia
LECCION 14: LA
ORTOGRAFIA
Enseña
a escribir correctamente mediante el adecuado empleo de las letras y de los
signos auxiliares de la escritura. En el mismo sentido, puede decirse, con
Lewandowsky (1992), que la ortografía “es la teoría de la corrección en la
escritura, normalización de la representación gráfica de los signos
lingüísticos; un sistema de reglas que aseguran la constancia y uniformidad de
la escritura”
Para más adelante
asumir a fondo aspectos ortográficos del español, es necesario reconocer
previamente algunos aspectos básicos, así:
El
alfabeto. También
conocido como alfabeto, abecedario o abc, es el conjunto ordenado de las letras
o grafías de la lengua, utilizadas para representar los sonidos. En la
ortografía castellana utilizamos una variante del alfabeto latino, que a la vez
proviene del griego. Nuestro alfabeto consta de 27 letras (a, b, c, d, e, f, g,
h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z), más los diágrafos
o consonantes dobles o duplicadas, como la ll (elle o doble ele), la rr (erre o
doble r) y la ch (che). Las letras del alfabeto se clasifican de la siguiente
forma:
.
Mayúsculas y minúsculas
.
Vocales y consonantes
.
Sencillas y dobles
.
Unísonas y dísonas
. Iniciales y finales
Los
signos auxiliares y de puntuación.
Del buen uso de la puntuación depende en gran parte la comprensión y expresión
de un texto escrito
Los
signos auxiliares y de puntuación.
Del buen uso de la puntuación depende en gran parte la comprensión y expresión
de un texto escrito. Recordemos, por ahora, los signos de puntuación con que
cuenta el español:
.
El punto (.). Signo circular de muy pequeñas dimensiones, que se utiliza para
señalar una pausa larga que marca el final de una frase u oración. Se
distinguen el punto final, el punto y seguido y el punto y aparte.
.
La coma (,). Representa en la escritura una pausa breve que se hace al hablar o
leer. Sirve también para organizar sintácticamente la frase u oración.
.
El punto y coma (;). Señala una pausa más larga que la de la coma pero menor
que la del punto y seguido. La palabra que sigue después del punto y coma debe
siempre iniciarse con minúscula, excepto si es un nombre propio.
.
Los puntos suspensivos (…). Suponen una interrupción de la expresión o un final
impreciso. Deben usarse solamente tres.
.
Los dos puntos (:). Se utilizan para detener el discurso si se desea llamar la
atención sobre lo que sigue. Después de los dos puntos se inicia generalmente
con minúscula.
. Los paréntesis ( ).
Se utilizan para encerrar expresiones o elementos incidentales o aclaratorios
que se intercalan dentro del escrito.
Signos
de interrogación (¿?). Encierran enunciados que interrogan o con los cuales se
hacen preguntas. En castellano debe utilizarse el de apertura (¿) y el de
cierre (?). Después del signo de cierre nunca se escribe punto, pues el mismo
lo contiene.
.
Signos de exclamación (¡!). Encierran enunciados que exclaman, es decir, se
usan en expresiones con las que se quiere llamar la atención, mostrar dolor,
sorpresa, entusiasmo, admiración o dar una orden en forma enérgica. Como en el
caso de los signos de interrogación, después del signo de cierre no se escribe
punto; igualmente, debe usarse el de apertura y el de cierre.
.
Los corchetes. Se utilizan de manera parecida a los paréntesis, para incorporar
información complementaria o aclaratoria.
.
Las comillas. Signo auxiliar doble que se emplea al principio y al final de una
palabra expresión que se quiere destacar.
.
El guion (-). Signo auxiliar que consiste en un trazo más corto que la raya,
con diferentes funciones (que se verán más adelante).
.
Otros signos. La raya, el asterisco, la barra, el apóstrofo, la diéresis o
crema y las llaves.
El uso de los más representativos
entre los signos citados será tratado en lecciones posteriores.
Capítulo 1
El universo de la
comunicación humana
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Capítulo 2
La lengua como
sistema
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Capítulo 3
Aspectos
fundamentales del español como lengua materna
|
Capítulo 4
La nueva ortografía
de la lengua española
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Capítulo 5
Clases de palabras
|
la comunicación ha
jugado un papel determinante en el desarrollo de la humanidad, y mucho más en
la época presente, que se podría denominar la era de las comunicaciones”
|
Un sistema es una
serie de reglas o principios sobre una materia, racionalmente enlazados entre
sí.
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reconocer sus
principales componentes y lo que representan para nosotros en el ejercicio
cotidiano de la comunicación lingüística
|
Recientemente,
entre 1999 y 2010, la Real Academia Española y las 22 Academias de la misma
lengua en América y Filipinas llevaron a cabo una completa revisión de los
aspectos ortográficos, de tal manera que en diciembre de 2010 presentó la
edición más reciente, que en palabras de la misma institución es la “más
amplia, más detallada y minuciosa”.
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En sentido general
y un tanto figurado podemos considerar que la lengua es una especie de
universo conformado por palabras las cuales, desde diferentes aspectos
(semántico, morfológico, sintáctico, etc.), se pueden agrupar o clasificar
para su estudio
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UNIDAD 2: Aspectos fundamentales de la
gramática del español
Capítulo
4: La nueva ortografía de la lengua española
Recientemente, entre
1999 y 2010, la Real Academia Española y las 22 Academias de la misma lengua en
América y Filipinas llevaron a cabo una completa revisión de los aspectos
ortográficos, de tal manera que en diciembre de 2010 presentó la edición más
reciente, que en palabras de la misma institución es la “más amplia, más
detallada y minuciosa”. A lo largo de las próximas tres lecciones, y con base
en el propio texto de la RAE, se darán a conocer esas nuevas normas
ortográficas vigentes.
Lección 16: Novedades
ortográficas I: Letras y palabras
B. Se escriben con b las
formas de haber, deber, saber y caber (verbos) donde aparece el
sonido /b/.
V. Se escriben con v
las formas del verbo ir donde aparezca el sonido /b/: voy, vaya,
vayamos…; igualmente los pretéritos indefinidos terminados en –uvieron,
–uvo, -uve, (detuvieron, anduvo, tuve). Se exceptúan las formas
del verbo haber (hubo).
W: La w únicamente
se usa en palabras provenientes de lenguas extranjeras. Si provienen del
Inglés, se pronuncia como /u/ o como /g/]: wiski - whisky /guíski/. Si
provienen del alemán, se pronuncia como /b/: Wagner /bágner/.
C-Z. Cuando una
palabra en singular termina en –z, al pasar al plural cambia la –Z a –C
ejemplos lombriz-lombrices, matiz-matices. Los verbos terminados –zar,
en ciertas formas de su conjugación suelen igualmente cambiar la –z por
–c: comenzar-comencemos, empezar-empiece, destrozar-destrocé, entre
otros.
C, K, Qu. Se escribe qu
delante de e, i (quemar, quizá). Se escribe c delante
de a, o, u (cabello, color, cucaracha). La k se
escribe en algunos casos de palabras extranjeras (kiwi, Irak). Respecto
a estas letras se dan casos de palabras que permiten la doble grafía: folclore-folklore,
vodka-vodca, bikini-biquini, euskera-eusquera, quiosco-kiosco, caqui-kaki,
póker-póquer.
G, J. La g se escribe delante de a, o, u (gato,
gozar, Gustavo); delante de e, i se escribe gu (reguero,
águila). Se escribe gü delante de e, i si necesitamos
indicar que la u debe pronunciarse: Argüello, cigüeña, agüita,
pingüino. Es necesario evitar errores ortográficos en los verbos terminados
en –ger, -gir, pues algunas de sus formas requieren escribirse con jota:
escoger-escojo-escoja, elegir-elijo-elija…. Recordemos que cónyuge se
escribe con g y se pronuncia /kónyuje/, luego es equivocado escribir cónyugue
/kónyuge/.
H. Con esta letra, que no representa sonido alguno, suelen presentarse
ciertos errores ortográficos, con algunos verbos que se prestan a confusión;
tal es el caso de confundir hecho (del verbo hacer) con echo (del
verbo echar); o haber (verbo) y a ver (expresión‚ “ir a
ver”), habría (del verbo haber) o abría (del verbo abrir);
ha (del verbo haber), a (preposición) y ah (expresión o
interjección).
R-RR.
Se escribe solamente una r a comienzo de palabra (razón,
ruido, reto), después de las consonantes l, n, s (alrededor,
honrado, desratizar), también después del prefijo sub- (subrayemos).
Pero debe utilizarse el dígrafo rr cuando se trata de palabras
compuestas y prefijadas, cuando la r- pasa a ubicarse entre dos vocales
(p.e. rector – vicerrector, repuesto, renacimiento, prerrenacimiento).
Y: Deben escribirse con y las
formas de los verbos ir oír (oyendo, oyó), (voy, yendo), creer
(creyendo, creyó), huir (huyendo); pero si la i final
es tónica, debe escribirse con i (fui, oí, creí, hui). Con el uso
de esta letra suelen darse casos de palabras con doble escritura: hierbabuena-yerbabuena,
hierba-yerba, hiedra-yedra, mayonesa-mahonesa, reconocidas porque el
diccionario de la Real Academia. Cuando la Y es conjunción, para
evitar cacofonía o defecto de pronunciación, toma la forma e frente a palabras
que empiecen por i (María e Isabel), excepto cuando la i forma
diptongo (agua y hielo).
En el caso de grupos consonánticos como ps y pt
se consideran válidas tanto la forma consonántica completa como la
forma simplificada, así por ejemplo es correcto escribir Psicología y
Sicología, psiquiatra o siquiatra, septiembre y setiembre…
Sin embargo se sugiere el empleo del prefijo pos en lugar de post:
posdata, posoperatorio, siempre y cuando la palabra no empiece
por s: postsimbolismo y no possimbolismo. Sin embargo, no se permite
reducir el grupo –ns, instancia (no *istancia), circunstancia
(no *circustancia), constante (no *costante).
En el caso del grupo –bs, se admite tanto el grupo
completo, como la eliminación de la b, de manera que puede decirse oscuro u
obscuro, sustantivo o substantivo y sustrato o substrato.
De la misma manera, en el caso de las palabras compuestas que
tienen dos vocales iguales contiguas átonas, se admiten las dos formas: contraatacar
– contratacar, sobreesfuerzo – sobresfuerzo; pero se
sugiere el uso de las formas simplificadas cuando se encuentren generalizadas
en la lengua oral: contrataque, sobrentender, microrganismo,
remplazar, antinflamatorio, euroccidental, portaviones,
seminconsciente…
Pero es de tener en cuenta que no es adecuado reducir las dos
vocales a una sola, tanto en la escritura como en el habla, en los casos
siguientes:
- Cuando al llevar a
cabo la reducción vocálica resulte una forma que coincida con la de otra
palabra ya existente y con significado distinto. Por ejemplo, se deben mantener
las dos vocales en reestablecerse (volver a establecerse), para que no
coincida con restablecerse (recuperarse), o en reemitir (emitir
de nuevo), diferente de remitir (enviar); también en las vocales
formadas a partir del prefijo bio- (vida), en casos como biooceánico,
biooxidación, evitando que se confundan con las formadas desde el
prefijo bi- (dos).
- Cuando la vocal por la que se inicia la palabra base es en
sí misma un prefijo, tal como sucede con las vocales a e i al
funcionar como prefijos privativos, pues al mantener las dos vocales se evitan
problemas de identificación de dicha palabra base. Por ejemplo, archiilegal,
diferente de archilegal, o ultraamoral, diferente de ultramoral.

Lección 17: Novedades ortográficas 2: Uso de letras
mayúsculas y minúsculas
Tal
como lo determina la actual Ortografía de la Lengua Española (2011),
El
uso distintivo de minúsculas y mayúsculas es una convención estrictamente
gráfica, que solo se da en algunos sistemas de escritura y carece de correlato
en el plano fónico. Las letras mayúsculas representan los mismos fonemas que
las minúsculas correspondientes. Se trata de variantes formales de un mismo
grafema, por lo que su equivalencia oral es idéntica. Esto no significa (…) que
su empleo sea indistinto y puedan intercambiarse libremente. (…) Las normas de
uso de las mayúsculas en cada lengua son convencionales, por lo que no son
inamovibles y están sujetas a cambios y evolución (p. 445).
En
el uso del sistema ortográfico del Español, las funciones principales de
carácter lingüístico asignadas a las mayúsculas son las de “delimitar
enunciados, marcar los nombres propios o las expresiones denominativas (en
oposición a los nombres comunes o a las expresiones genéricas) y formar siglas”
(OLE, 2011, p. 514).
Veamos
ahora los aspectos más relevantes del uso de mayúsculas y minúsculas según las
nuevas disposiciones:
-
El uso de la mayúscula también exige poner tilde según la respectiva norma de acentuación
(Óscar, DARÍO, Úrsula). Cuando se trate de los dígrafos ch
y ll sus mayúsculas son Ch (Chávez) y Ll (Llosa)
respectivamente. Las siglas escritas en mayúsculas sostenidas “no llevan nunca
tilde, ni siquiera cuando la letra en la que recae el acento prosódico de la
sigla es la inicial de una palabra que se acentúa gráficamente en la expresión
desarrollada. Así, se escribe (…) ENAF (y no ENÁF), sigla de
Escuela Nacional de Árbitros de Fútbol”. (OLE, 2012, p. 448).


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